¿Tu carrera avanza o se estanca?

Entre más y mejores preguntas te hagas, mejores insumos
tendrás para apuntalar o reenfocar tu carrera.
®RocíoPastor
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Porque tu carrera profesional es tuya, de nadie de más, es a ti a quien te corresponde dirigirla, sin esperar a que sea tu empresa, el área de recursos humanos o tu jefe quienes tracen tu plan, quienes definan tu futuro. Y aún en la eventualidad de que tu organización te dibuje un plan de carrera atractivo, sigues siendo la persona encargada de que el plan se materialice.
Asumir responsabilidad por tu carrera requiere que fortalezcas tu empleabilidad, de modo consciente y constante. ¿Cómo hacerlo?. Identificando si tu carrera avanza o se estanca; determinando a dónde quieres llegar y definiendo un plan a tu medida para conseguirlo. Y en adición, gestionando tu marca personal como catalizador de tu desarrollo y oportunidades, dentro y fuera de tu organización.
Todos necesitamos conocimientos, habilidades, recursos y relaciones para impulsar nuestro desarrollo de carrera, para asumir nuevos retos y para identificar posibilidades. También requerimos de visibilidad estratégica. Ya no es suficiente con hacer bien las cosas. Hay que aprender a visibilizar lo que hacemos y su impacto. Y hay que seguir aprendiendo, fortaleciendo habilidades, desafiándonos.
En este mundo de negocios complejo y cambiante, si nos quedamos atrás nuestras oportunidades disminuyen. Si no estamos pendientes, observándonos y retándonos constantemente, el peligro es sumergirnos en una zona de confort, donde el piloto automático es quien toma el control de nuestra carrera, en forma de creencias, automatismos y rutinas que limitan el despliegue de nuestro potencial. Otro de los peligros es que nosotros mismos por las razones que sean, legítimas o no, dejemos de luchar por nuestros sueños y aspiraciones.
Siempre que te preguntes si puedes hacer un trabajo, contesta que si y ponte en seguida a aprender cómo se hace. Franklin D. Roosevelt
Termómetro de carrera
En procesos de acompañamiento a organizaciones y ejecutivos, me encuentro una serie de signos que evidencian estancamiento, con independencia de si hay conciencia o no sobre ellos. Te invito a tomar nota de cuáles de estos signos te habitan.
- ¿No has sido tomado en cuenta para una promoción a la que aspirabas y para la que te sentías plenamente preparado?
- ¿Has dejado de capacitarte, por tu propia cuenta, por iniciativa propia, en el último año o dos?
- ¿No has hecho inclusiones relevantes en tu currículo vitae en los últimos dos o tres años?
- ¿Escuchas hablar -con cierta frecuencia- de temas, términos o tendencias de tu profesión o industria con las que no estás familiarizado?
- ¿Has dejado de pensar con entusiasmo sobre tu trabajo y dedicarle tiempo extra, fuera de horario, como hacías antes sin que nadie te lo pidiera?
- ¿Estás haciendo tu trabajo de la misma manera, casi automáticamente, sin introducir mejoras desde hace tiempo?
- ¿No te has presentado a un concurso interno para una posición porque, desde tu perspectiva, no cumplías todos los requisitos?
- ¿Sientes que has ido perdiendo vitalidad, pasión, por tu trabajo o que ya no le encuentras el mismo sentido que antes?
- ¿No has recibido solicitudes de contacto de empresas reclutadoras, o invitaciones a participar en procesos de reclutamiento externos, en el último año?
- ¿Se te bajan las pilas o la energía los domingos solo de pensar que al día siguiente te toca nuevamente ir a trabajar?
Si respondiste que sí a una o varias de estas preguntas, posiblemente estés en una zona de comodidad o una zona de seguridad. Como prefieras llamarla. A lo mejor tienes temor de intentar algo distinto, sobre todo considerando el entorno actual. Podría ser que hayas ido perdiendo vitalidad por falta de desafíos. O que estés muy apegado a una ilusión de estabilidad. Cada quien conoce mejor que nadie su situación y razones. Sin embargo, si dentro de ti hay una voz que te dice que es momento de dar un salto o giro en tu carrera préstale atención a esa voz. Tómala en serio. Hazte preguntas poderosas.
Preguntas poderosas
Entre mejores preguntas te hagas, mejores insumos tendrás para apuntalar tu carrera profesional y tu empleabilidad. Deberías utilizar una triple perspectiva. Preguntas que vean hacia el futuro, preguntas que escruten tu presente y preguntas que indaguen en tu pasado. Utiliza los tres tipos de lentes:
Lentes de pasado
- ¿Cómo llegué a la organización?.
- ¿Cuál era mi objetivo al llegar acá?
- ¿Cuánto he trabajado para conseguirlo?
- ¿Qué relaciones he construido?
- ¿Qué logros he acumulado?
Lentes de presente
- ¿Qué tan satisfecho estoy: con la empresa, con lo que hago, con mi trabajo?.
- ¿Qué tan contenta creo que la organización está conmigo?.
- ¿Qué tanto estoy contribuyendo a generar valor?
- ¿De qué formas estoy logrando diferenciarme, destacar?
- ¿Qué reconocimiento estoy recibiendo por lo que consigo?
Lentes de futuro
- ¿Qué quiero?. Cuánto en realidad lo quiero?
- ¿A qué aspiro?. Para qué aspiro a eso?
- ¿Qué necesito para conseguirlo?.
- ¿Qué estoy haciendo para lograrlo?
- ¿Qué más debería hacer para materializarlo?
Ahora que te pusiste los tres lentes: Qué tanta brecha hay entre lo que tienes y lo que quieres?. Qué tan preparado estás para eso que quieres?. Dónde tienes más oportunidades?. Dentro o fuera de tu organización actual?. Considera que la empleabilidad no sólo es conseguir un trabajo cuando no se tiene.
Empleabilidad también es conservarlo, mejorarlo y si es del caso cambiarlo por uno distinto, dentro de tu organización o fuera de ella, en el menor tiempo posible y con las mejores condiciones posibles. Si sólo asocias la empleabilidad a una coyuntura en la que necesitas trabajo, podrías estarte inhibiendo de tomar mayor control de tu carrera y de tus oportunidades.
Ecuación de la empleabilidad
Piensa en la empleabilidad como una suma entre variables personales y variables del entorno. A veces reducimos las variables personales a la combinación de habilidades, recursos y herramientas de los que disponemos. Y si bien estos elementos son necesarios, son insuficientes. Para que este lado de la fórmula sea más robusto, hay que incluir experiencias, valores, actitudes, marca personal y capital social.
Las variables personales son la parte izquierda de la ecuación. Para completarla hay que sumarle variables del entorno. Me refiero a ¿qué es lo que demanda o necesita el contexto de negocios, la industria en la que estás, tu organización o la organización a la que aspiras a moverte?.
Cuanto mayor sea la intersección de ambas variables, personales y del entorno, mayor y mejor será la empleabilidad. Y en esto reside la clave. ¿Cómo está la ecuación en tu caso personal?. Aunque tengas extraordinarias variables personales si no conoces las variables del entorno tu tarea está incompleta. Incluso podría ser que dependiendo de lo que necesite el contexto o el mercado, tus variables personales no sean fuertes como piensas hoy. Así que ponte al día con tendencias, coyunturas y mejores prácticas de tu industria e incluso de otras industrias de las que puedas aprender. Y analiza variables económicas, sociales y políticas de tu país y la región.
Cuestiona paradigmas
Incrementar tu empleabilidad implica romper paradigmas. El paradigma de la estabilidad. El paradigma de que tu trabajo, tu resultado, es lo que debe hablar por ti. El paradigma de que alguien se dará cuenta de lo mucho que vales e irá a buscarte. El paradigma de que no es el momento oportuno. El paradigma de que ya tocaste techo. Estos y otros paradigmas son frenos que debes identificar y desmontar para apropiarte de tu desarrollo de carrera, sin importar tu edad.
Si quieres fortalecer tu desarrollo de carrera, tu empleabilidad, tus oportunidades, define lo que quieres y lo que necesitas para conseguirlo. Desafíate a salir de tu zona de comodidad. Busca oportunidades. Construye relaciones. Lo más diversas posibles. Conoce el contexto y las tendencias. Busca el mayor encaje entre tus variables personales y las variables del entorno. ¿Cuál será tu siguiente paso?

Rocío Pastor
Profesora de Negociación en INCAE
Combina su experiencia profesional, de más de 20 años, en las áreas de comunicación, capital humano y gestión del cambio para apoyar a compañías y sus líderes a construir culturas saludables que impulsen los resultados del negocio. Es una entusiasta socia estratégica para organizaciones comprometidas con liberar el potencial de su gente, fortalecer la calidad del liderazgo y construir equipos de alto desempeño.

