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Atrévete a vivir, no solo a subsistir

En un rebaño todos siguen menos uno que emprende, que dirige. Todos siguen un camino, aunque sea sin saber hacia dónde se va.

El emprendedor se guía por un sueño, un propósito o una pasión que le impulsa. Y con esa pasión revoluciona su motor interno, pone su energía en movimiento para actuar sobre lo que le apasiona, actuación que tiene mucho que ver con el fluir.

Aquí hablaremos del sentido de emprender, tanto como ser humano en evolución como en la aplicación del término al mundo de las organizaciones.

La vida implica, significa incluso, un cambio permanente que lleva consigo una entropía creciente (un desorden). Es un nacer cada día para «ir siendo». Todavía no somos. La muerte es sinónimo de orden total, cristalización, rutina, repetición, anquilosamiento.

Y en ese despertar nuevo de cada día, en ese emprender buscamos cómo sentirnos bien con nosotros mismos y con nuestro entorno. Y esa alegría por sentirnos bien es el resultado de vivir intensamente, desde nuestra propia identidad.

Y un emprendedor en el mundo empresarial es aquél o aquella que es capaz de poner en juego la imaginación, la creatividad, el capital y el esfuerzo para descubrir una oportunidad y convertirla en negocio. Ser emprendedor no es una profesión, es un tipo de vida, en la que ineludiblemente se va a mezclar casi de continuo lo personal y lo profesional.

Pero asimismo en el mundo de las organizaciones sociales podemos hablar de emprendizaje. Tal es el caso de Fundación por la Justicia, que continuamente emprende proyectos conducentes a conseguir una mayor justicia social en un mundo plagado de desigualdades e injusticias.

La persona emprendedora es alguien con una actitud vital abierta en los dos sentidos. Hacia fuera para encontrar oportunidades sobre las que actuar y hacia dentro para darse cuenta que tiene que ser artífice de sus propias respuestas, a partir de su propósito de vida, que va a ser el guía a seguir en su emprendimiento.

La energía la va a aportar su pasión. Sin pasión no sucede nada. No hay movimiento, no surge la motivación. La pasión conjunta el compromiso con la ilusión. La pasión permite dar sentido, encauzar, vectorizar (si se me permite este vocablo) esfuerzo y constancia. Porque no se trata de un impulso pasajero, el cual se puede diluir con cualquier adversidad. La pasión, en un emprendedor, se mantiene en el tiempo y esto le permite descubrir oportunidades en donde otros no ven más que dificultades o barreras. Como recita Atahualpa Yupanqui, «ninguna fuerza abatirá tus sueños porque ellos se nutren con su propia luz. Se alimentan de su propia pasión».

A partir de esa pasión, la persona emprendedora precisa de unas competencias esenciales (no «soft», como las denominan algunos), tales como flexibilidad, que le permita mantener una actitud de anticipación y adaptación continua a realidades que cambian de continuo, una capacidad de asumir riesgos, siendo consciente que la propia vida es un riesgo porque no se trata de esperar qué nos va a dar la vida, sino qué estamos dispuestos a dar a la misma.

Autoconfianza y resiliencia, la primera para enfrentarse a situaciones muy diversas y llenas de dificultades e imprevistos; y la resiliencia para recuperarse de caídas y fracasos que siempre ocurren en acciones emprendedoras.

La persona emprendedora asume la responsabilidad respecto a su proyecto sea este personal o empresarial. No culpabilizar al entorno o a los otros de la posible falta de éxito o los errores que se pudieran cometer. Resaltar igualmente la importancia de la perseverancia, tenacidad, asumiendo que cualquier proyecto no es cosa de un día y que casi nunca se consigue a la primera. Finalmente, la competencia ligada no solo a la supervivencia, sino a la vida de la persona emprendedora, que es la decisión y práctica continua del ciclo aprender-desaprender-reaprender, que, como ya decía Alvin Toffler hace ahora más de 50 años, va a ser la condición para no ser un analfabeto en el siglo XXI. Emprender exige aprender, que etimológicamente es «a» (sin) y «prender» (soltarse de donde estoy prendido). Y solo aprendiendo se sigue viviendo.

Teniendo en cuenta estas competencias, ¿hasta qué punto se considera usted, amigo lector, una persona emprendedora? ¿Es consciente de los peligros que acechan a su iniciativa, creatividad, espíritu de superación, aspectos como el aburguesamiento, apoltronamiento, el conformismo o la autocomplacencia? ¿Está usted dispuesto a seguir viviendo y no simplemente a subsistir?

Artículo tomado de: Levante el mercantil valenciano

José María Gasalla
Profesor Invitado INCAE Business School

José María Gasalla

Conferenciante, escritor y Profesor de Deusto Business School. Ingeniero Aeronáutico. Doctor en C. Económicas y Empresariales. Posee el Diploma de Estudios Avanzados en Psicología Social. Línea de Investigación Confianza y Compromiso. Presidente del Grupo Desarrollo Organizacional y Director de TALENTUM Conferencias. Experto de la DEUSTO BS. Health. (Master Classes) y (Programa LEAD). Profesor invitado del INCAE Business School Costa Rica. Profesor convidado de la Fundacao Dom Cabral en Brasil.

Ex – Director del Programa Gestión del Talento- ESADE Business School. Evaluador del proceso de acreditación de coachs profesionales senior y coachs ejecutivos de AECOP (Asociación Española de Coaching).

Participa como EXPERTO en la Agencia Nacional de Evaluación Científica y Académica (ANECA). (2002-2016). Conferencia TED ex FUNDESEM “El ciclo de la vida del ADN al ADR (2013). CONSULTOR INTERNACIONAL de reconocido prestigio en el área de cambio y desarrollo de las organizaciones.
Ha trabajado y presentado ponencias en diferentes lugares del mundo como Asunción, Belo Horizonte (BR), Bruselas, Buenos Aires, Chicago, Dublín, El Cairo, Eslovenia, Gramado (BR), Guayaquil,
Hamburgo, Helsinki, Lima, Lisboa, Londres,Luanda, Managua, México, Panamá, Porto, Puebla, Recife (BR), Quito, Río de Janeiro (BR), Rosario, San José, Santiago de Chile, Sao Paulo, Taipei, Tegucigalpa, Washington, etc.

Durante los últimos 25 años ha trabajado en Procesos de Cambio y Desarrollo Directivo en empresas como: Alcampo, Banco Santander, Barclays, Bankia, BBVA, Camara de Comercio, CASA, Coca-Cola, Deloitte, Digital, Ericson, Ford, Hospital de Cruces, Gillett, IBM, IKEA, JOHNSON & JOHNSON, MCC, Merck, Calidad Pascual, Pfeizer, Repsol, Sanitas, SEDISA, Visalia, Zara, etc.</5>
También ha colaborado con instituciones o congresos como: CEOE, Comunidad Autónoma de Madrid, INNS, Univ. Complutense, Univ. Europea de Madrid, XVII Congreso Nacional de Hospitales, 38º Congreso Nacional de Inmunología, etc.

Autor de muy diversas publicaciones entre las que destacan los libros: “La nueva dirección de personas” y “Marketing para la formación de Directivos”, “La dirección y desarrollo de personas”, “Confianza. La clave del éxito personal y empresarial”, “Quien lidera confía”, “Asunto: Confianza y Compromiso”, “Ganar Confianza: Coaching para un adolescente”, “El nuevo Liderazgo”, “Empréndela contigo mismo desde la confianza”, todas estas autoeditadas en la Editorial Círculo Rojo.

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