Mujeres CEO en América Latina | Navegando turbulencias, superando desafíos
Llegue por primera vez a América Latina en el 1997 y desde entonces he estado vinculada a la educación y el desarrollo de temas de liderazgo y gobernanza en la región. Durante estos 27 años — 12 de ellos desde España — he tenido la oportunidad de interactuar con líderes de la región, del sector privado y público, de multinacionales y pequeñas y medianas empresas, de una gran variedad de industrias.
Desde 2013, termino cada fin de año académico con un programa con extraordinarias mujeres de más de 10 países que comparten el alto nivel de retos, correspondientes al primer ejecutivo de una organización. Todos los años se reconfirman en nuestras tertulias la percepción sobre los tipos de desafíos que enfrentan.
En todos estos años, además, he podido constatar que los CEO comparten retos comunes: los contextos convulsos, la aceleración de las disrupciones tecnológicas, los cambios demográficos, la escasez de talento excepcional, así como las crisis reputacionales que salpican los panoramas empresariales constantemente. Las mujeres CEO, por otro lado, tienen desafíos específicos, relacionados con su integración en los sistemas de gobernanza, el tiempo para desarrollar redes en la misma medida que sus pares masculinos o la percepción sobre su liderazgo. En general, a pesar de los avances de la región en muchos aspectos, el camino hacia la cima para las mujeres en los negocios aún está plagado de obstáculos culturales y estructurales.
Por ello, cuando conversamos acerca de las estrategias que podrían desarrollar para abrir nuevos espacios estratégicos y de confianza, encontramos que para las mujeres CEO puede ser aún más apremiante promover sistemas de gobierno corporativo basados en la mayor diversidad de perspectivas provenientes de un mayor número de nacionalidades, generaciones, profesiones, además de género.
En un estudio que realizamos en el INCAE Business School sobre Emprendimiento Femenino en América Latina encontramos, por ejemplo, que las mujeres pueden tener el mismo sesgo de género, contando con más mujeres que hombres en sus equipos directivos, jugando esta situación en detrimento de la calidad de gobernanza de sus organizaciones.
Durante las conversaciones con las mujeres líderes en nuestro programa del fin del año, concluimos que es también una prioridad ser capaces de crear estructuras organizativas sólidas, de confianza, que les permita compaginar la complejidad de sus agendas. Hay que liberar espacios para las actividades prioritarias: promover el propósito de la organización, identificar oportunidades de crecimiento y diversificación, definir y ejecutar estrategias innovadoras, desarrollar talento para generar fuentes de ventaja competitiva o simplemente filosofar acerca del futuro de los negocios, como tan bien lo saben hacer sus contrapartes masculinas.
Los desafíos únicos que enfrentan las mujeres CEO en América Latina
Uno de los principales retos es navegar un entorno cultural—resultados de una estructura histórica de la sociedad—que ha favorecido que más hombres ocupen posiciones de liderazgo. La confianza, por ejemplo, es un factor crucial en el contexto empresarial latinoamericano, especialmente en las relaciones de negocios. Las autoras suecas Anna Ljung y Cecilia Pahlberg encontraron, en un estudio sobre los procesos de estrategia subsidiaria en América Latina, publicado en la European Business Review, que el compromiso y la confianza juegan un papel importante en la comprensión de estos procesos, ya que están influenciados por relaciones de interdependencia en un contexto amplio de red. Según las autoras, esto implica que la confianza es importante no solo para las operaciones internas, sino también para las relaciones externas que mantienen un negocio.
Factores culturales como los roles tradicionales de género también pueden afectar la percepción y el establecimiento de la confianza en las relaciones de negocio. The Reykjavik Index for Leadership, estudio realizado por el Kantar Group, comprueba este aspecto. En su análisis comparativo sobre las percepciones sobre hombres y mujeres en puestos de máxima responsabilidad reportó durante la pandemia que la confianza en las mujeres CEO estaba bajando, incluso en los países más desarrollados.
En el estudio que realizamos con un equipo de colegas de INCAE Business School y de la Universidad de Bristol sobre las juntas directivas en América Latina, las directoras encuestadas reforzaron la importancia de la cultura del directorio y el estilo de liderazgo del presidente del mismo para que sus voces puedan ser oídas y tengan un impacto similar con él de los otros miembros.
Otros estudios, como el GLOBE Project, resaltan la importancia de las dimensiones culturales en la percepción de los CEO (su desempeño, su grado de confianza). En este sentido, las relaciones y conexiones personales en el contexto profesional latinoamericano tienen mayor relevancia en comparación con Europa o Estados Unidos, donde los límites profesionales y personales están mucho más demarcados. En general, los CEO con los que he colaborado a lo largo de los años coinciden que el éxito del máximo ejecutivo depende de la relación de confianza que desarrolla con su junta directiva. Este aspecto es importante en mayor medida en América Latina que en los Estados Unidos, por ejemplo, en donde el desempeño y los resultados siguen siendo el principal aspecto evaluado. Podríamos inferir que, por diseño cultural en nuestra región, las mujeres CEO parten con un hándicap mayor en la construcción de la relación con su junta directiva.
Las mujeres CEO en nuestra región enfrentan también los estereotipos acerca de la figura ideal de la mujer líder. En este sentido, una de las CEO con las que he conversado recientemente me decía que a veces siente que se espera de ella que se comporte de una forma y de la contraria a la vez: debe ser afectuosa, pero con un estilo más directriz, paciente pero capaz de obtener resultados en el corto plazo, persuasiva pero no directa. Estas expectativas contradictorias se observan más en los grupos regionales o familiares con fuerte cultura local. En los entornos de las multinacionales con actividades en la región se cuenta, afortunadamente, con prácticas organizativas más desarrolladas y estrategias de desarrollo de liderazgo diseñadas en las centrales ubicadas en otras regiones del mundo como Europa o Estados Unidos.
Aunque parezca un tema menor, es desgastante, especialmente cuando la mujer que lidera se encuentra con mentores que – partiendo de una muy buena intención—aconsejan como moldear su estilo hacía los modelos estereotipados. Igual que Pigmalión, que intentó crear a la mujer ideal cuando no la encontró en la realidad, estas formas de mentorizar—realizadas con el mejor propósito – en muchas ocasiones minan la confianza y drenan la energía de las mujeres en lugar de reforzarlas.
La percepción del estatus social de una mujer que prioriza su carrera en nuestro entorno también es otro factor que juega en desfavor. Asumir el reto de ser empresaria, en el contexto latinoamericano, puede ser visto por la sociedad como aspirar a un estatus social inferior que aquello que otorga estar “bien casada”, según hemos descubierto en una investigación sobre Entrepreneurship y género en América Latina que realizamos en nuestra institución.
Estos desafíos se ven agravados por cuestiones más amplias, identificadas en el panorama general de las empresas latinoamericanas, como lidiar con la volatilidad económica o la inestabilidad política y abordar las desigualdades sociales y económicas. Mencionaba en un artículo anterior publicado en la columna Perspectivas en tiempos de cambio de la ReVista de Harvard, que los directores ejecutivos de la región también deben lidiar con la adopción de la transformación digital, la gestión estratégica de los recursos humanos y la promoción de la sostenibilidad, al tiempo que luchan por combatir la corrupción o la inseguridad.
El papel del gobierno corporativo y la red de apoyo
Un marco sólido de gobierno corporativo es fundamental para apoyar a las mujeres CEO. Las buenas prácticas de gobierno corporativo garantizan que exista una estructura clara para la toma de decisiones, con mecanismos que ayuden a gestionar los riesgos y alinear los intereses de todas las partes interesadas, incluidos los accionistas, los empleados, los clientes y la comunidad en general.
Para las mujeres en la cima, tomar el liderazgo de la creación de un fuerte sistema de gobierno corporativo construido con un grupo de directivos con la mayor diversidad posible – nacionalidades, profesiones, generaciones y género – les pueden ayudar a construir la base de legitimidad y potenciar su autoridad, ayudando así, de forma natural, a contrarrestar los prejuicios y la menor base de confianza con las que se les evalúa su desempeño.
Además, es conocido que un gobierno corporativo que haga hincapié en la diversidad de pensamiento puede conducir a una mejor toma de decisiones y a un mejor rendimiento de la empresa. Las organizaciones que trabajan activamente para diversificar las perspectivas en los equipos de juntas directivas y de alta dirección están mejor equipadas para comprender a sus clientes, innovar y navegar por las complejidades del mercado global.
El poder de las redes profesionales y personales
Una sólida red profesional y personal es otro pilar crucial que puede hacer una gran diferencia para el éxito a largo plazo de las mujeres CEO. En el contexto de América Latina, donde las relaciones personales a menudo juegan un papel importante en las relaciones comerciales, tener una red sólida puede ser especialmente beneficioso.
Los grupos profesionales también pueden ser fundamentales para derribar barreras, ofrecer modelos a seguir y fomentar un entorno en el que las mujeres puedan compartir estrategias para superar obstáculos y prejuicios. Las redes personales, por otro lado, como la familia y los amigos cercanos, puedan proporcionar apoyo emocional, comprensión y, a veces, incluso ayuda práctica para equilibrar las demandas de una vida personal y una carrera de alto nivel. No se puede subestimar la importancia de este sistema de apoyo, especialmente en culturas que valoran mucho las relaciones familiares y personales.
Historias inspiradoras
En todas las entrevistas que he realizado a hombres y mujeres CEO, sin excepción, todos han mencionado la importancia de la pareja de vida como clave de su éxito profesional. El dicho “detrás de cada gran hombre hay una gran mujer”, es por tanto válido al revés también: “detrás de cada mujer CEO hay un gran hombre”.
Mayu Brizuela, la primera mujer canciller de El Salvador, presidenta de las empresas de su familia, me ha compartido, en una de muchas charlas que tuve la suerte de tener con ella en la última década, que la responsabilidad de financiarse sola su carrera porque su padre estaba dispuesto solo a subvencionarle la educación para aprender francés y arte, como las normas culturales indicaban en ese momento. Ella terminó pagándose sola la carrera, luego—casada— hizo una maestría en administración de empresa, se certificó para poder liderar los negocios de la familia y termino dirigiendo empresas funerarias, de seguros y financieros. Igual, cuando se casó, los amigos preguntaron a su esposo, Ricardo, una persona con grandes valores y un pensamiento visionario, si “iba a dejar a Mayu a seguir estudiando”. No solamente la dejó, la empujó más bien a seguir todos sus sueños y la admiró por los excepcionales logros que ha tenido a lo largo de su carrera, tanto el sector público como privado.
Dianne Medrano, CEO de Ron Centenario de Costa Rica, lidera con mucha diplomacia en un sector meramente masculino. Tiene una gran capacidad de persuasión y autorreflexión. He tenido la oportunidad de conversar con ella y escuchar su genuina preocupación por lograr los objetivos estratégicos de su empresa inspirando además con un estilo democrático – su forma natural de liderar – a los miembros de su equipo motivándolos a crecer junto con el negocio. Es una líder auténtica con profundos valores y lucha por mantener su autenticidad en un sector y contexto de mucha dificultad.
Las historias de otras mujeres CEO ejemplifican cómo el gobierno corporativo puede dificultar u potenciar el éxito de una mujer. Alexandra Araujo, empresaria, líder en organizaciones sin ánimo de lucro y directora del Grupo Financiero y Banco Azul, me compartía, en este sentido: “Mi mayor desafío en el mundo corporativo ha sido trabajar en el grupo familiar dirigido por mi padre. Aunque siempre lo he admirado y encontrado inspiración en él, la estructura patriarcal de nuestra familia ha sido un obstáculo en momentos importantes de mi carrera. En más de una ocasión se les brindó las oportunidades de promoción y desarrollo a los hombres de mi familia, a pesar de estar menos preparados y tener menos experiencia que yo. Esta situación ha sido frustrante pero no obstaculizó mi progreso profesional. Encontré, con el tiempo, formas de probarme y abrirme nuevos caminos.”
Tener redes y trabajar en empresas con un gobierno corporativo consolidado, sin duda, ayuda. Pero, aun así, incluso las empresas que están sometidas a revisiones y auditorias de sus sistemas de gobernanza tienen puntos ciegos en relación con la mujer. Krista Walochik, CEO, senior advisor, mentora y coach en empresas de desarrollo de talento en España, México, Colombia, entre muchos otros, cuenta en su libro Como ser un consejero de éxito que en uno de los días más importantes de su vida profesional, cuando iniciaba el camino para ser nombrada consejera ejecutiva de un grupo de 11 empresas cotizada en la bolsa de Londres (en el Alternative Investment Market – AIM), tuvo que subir por una escalera secundaria porque solo los hombres podían entrar por la escalera principal del club donde tenía lugar la reunión del consejo en el que ella iba a ser la protagonista. Sin embargo, en lugar de desanimarse, ella abordó el reto como una oportunidad ya que se dio cuenta que claramente ella iba a aportar valor e iba a enriquecer el directorio con una mayor diversidad de pensamiento ampliando la visión y la capacidad de crecimiento del grupo.
Por otro lado, Rosemary Engels, la co-Presidenta de La República, uno de los principales medios de comunicación de Costa Rica, compartió conmigo: “Tener una representación equitativa de mujeres en las plataformas de medios hace un mejor periodismo y ese es el desafío número uno que enfrento como co-Presidenta de nuestro periódico. No se trata solo de tener más escritoras. Se trata de producir contenido que muestre a las mujeres en nuestra sociedad. Cuanto más escribimos sobre las mujeres, más influencia les damos a las mujeres en la fuerza laboral”. Sus palabras me recordaron que todavía tenemos muy pocos casos escritos sobre mujeres CEO en la academia también y esto hace que los jóvenes – hombres y mujeres – que estudian tengan menos modelos en los que inspirarse para sus propias carreras.
Avanzando, con resiliencia y autenticidad
A lo largo de los años, he venido escuchando muchas historias similares. La mentalidad de aprendizaje y la capacidad de sentirse “cómodas en la incomodidad”, han sido algunos de los denominadores comunes de las mujeres CEO con las que he colaborado. Rodearse de una red personal y profesional que les potencie la autoconfianza y les ofrezcan seguridad es otro de los factores comunes que las mujeres en la cima de las organizaciones necesitamos potenciar. La gran mayoría ha reforzado durante sus mandatos los sistemas de gobernanza preparando sus procesos de sucesión a consciencia—seleccionando y mentorizando a sus sucesores—asegurando así, transiciones ordenadas y priorizando el largo plazo y la perdurabilidad de las instituciones cuyo mando llevaron.
Para las mujeres CEO en América Latina, el camino por delante es desafiante y, a la vez, prometedor. La evolución del gobierno corporativo hacia prácticas más transparentes y sistemáticas, junto con el fortalecimiento de las redes profesionales y personales, ofrece bases sólidas para potenciar su talento. Estas herramientas no solo apoyan a las mujeres líderes, sino que también potencian un panorama corporativo más diverso, dinámico y competitivo en la región.
A medida que América Latina continúa navegando complejos escenarios sociales, económicos y políticos, el liderazgo de las mujeres CEO, respaldado por una gobernanza y redes sólidas, será fundamental para construir un futuro más competitivo y sostenible a largo plazo de nuestra región.
Artículo tomado de: Revista Harvard
Camelia Ilie
Decana de INCAE Business School
Camelia Ilie es Decana de Educación Ejecutiva e Innovación Estratégica, Profesora Plena y Chair del Centro de Liderazgo de Liderazgo Inclusivo y Sostenible (CELIS) de INCAE, una escuela de negocios líder en América Latina. La Dra. Ilie lidera la transformación digital en la institución a través de INCAE Online, una iniciativa diseñada y lanzada en asociación con Emeritus, un jugador líder mundial en EdTech. Actualmente, más de 7.000 alumnos se forman cada año en las áreas bajo su dirección.
Ella hace parte de varias juntas de organismos internacionales como Chair del External Advisory Council del Instituto de Estudios Avanzados de la Universidad de Miami, es miembro del Advisory Council for Latin America de AACSB, Comité Editorial de LID América Latina, y Faculty Affiliate en el Programa para Advancement of Research on Conflict and Collaboration at the Maxwell School of Syracuse University.
Formada como ingeniera en dispositivos médicos y física atómica, la Dra. Ilie ocupó cargos ejecutivos y académicos en organizaciones internacionales y lanzó varias unidades estratégicas de negocios multinacionales con universidades, multinacionales e instituciones EdTech globales que condujeron a la transformación comercial y un alto impacto en las P&Ls. Se enfoca en consultoría y docencia en desarrollo de liderazgo, gestión del cambio, diversidad e inclusión para la alta dirección y equipos de la junta.
Ha desarrollado resiliencia, conciencia cultural y una mentalidad global gracias a la oportunidad de trabajar con ejecutivos y empresas de más de 15 países. Fue Visiting Scholar del Rockefeller Center for Latin American Studies de la Universidad de Harvard. En Harvard Review para América Latina, Camelia escribe Focus on Women bajo la columna Covid-19.
La Dra. Ilie ha recibido varios reconocimientos, como el Premio Mujeres de la Década en Educación y Liderazgo por el Foro Económico de Mujeres de América Latina y fue parte de la lista de las 100 mujeres más poderosas de Centroamérica y el Caribe de la Revista Forbes.